Dio a la célula nerviosa el nombre de neurona, unidad elemental del sistema de señalización del sistema nervioso. Descubre que el axón de una neurona solo se comunica con las dendritas de otra en regiones especializadas: las sinapsis. Esto es algo que aparece en el libro de biología cuando estudiamos el sistema nervioso, pero nunca me había imaginado que lo planteó un español, allá por la época de la primera republica.
En el interior de la neurona, las señales fluyen en una dirección única. Este principio permite determinar el flujo de la información en los circuitos neurales. Encontró que existen tres tipos principales de neuronas: sensorial, motora e interneuronal.
Mediante sus investigaciones sobre los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas, desarrolló una teoría nueva y revolucionaria que empezó a ser llamada la «doctrina de la neurona», basada en que el tejido cerebral está compuesto por células individuales. Humanista, además de científico, está considerado como cabeza de la llamada Generación de Sabios. Cajal participó en la guerra de independencia cubana como medico, pero enfermó y volvió a la península donde empezó sus estudios a mayor escala teniendo éxito y obteniendo un Premio Nobel compartido. Además era una persona honrada, pidiendo menos dinero incluso del que se le debía asignar como paga.
Es por todo esto por lo que es, además, frecuentemente citado como padre de la neurociencia.
Falleció en Madrid, 17 de octubre de 1934.
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