-Longyearbyen: En este pueblo noruego, la norma se implantó en 1950. Lo que dicta es que se debe inmigrar antes de pasar a la otra vida, porque los cuerpos no se descomponen correctamente bajo las frías temperaturas. Si se da algún caso de enfermedad terminal, el paciente se tiene que trasladar. Lo mismo pasa con las embarazadas, a las que se les recomienda viajar al sur para dar a luz.
-Sellia: Este pequeño pueblo italiano llegó a tener tan solo 500 habitantes, y el 60% de su población eran ancianos de más de 75 años. Así que queriendo parar la perdida de sus residentes, hicieron ilegal enfermar, y debían poner su salud por encima de todo.
-Sarpourenx: En 2008, el alcalde del pueblo francés, prohibió morir en este territorio a menos que se poseyera una cripta. Es decir, al menos que tuvieran una tumba reservada. Esto lo hizo como protesta contra una ley que no le permitía expandir el territorio del cementerio, y aseguró que quien no lo cumpliera tendría un gran castigo, pero... ¿qué podría ser peor que la muerte?
-Itsukushima: En Japón se encuentra esta isla. Se considera un sitio sagrado por todos sus santuarios y templos. Para tratar de mantener su pureza, se prohibió la muerte y la vida. Si no era extraño ilegalizar los fallecimientos, además se añaden los nacimientos... A todos los habitantes se les traslada a localidades cercanas en caso de que ocurra alguno de los dos hechos. A día de hoy, no hay ni cementerios ni hospitales en la isla.
Y unos pueblos también interesantes son: Lanjarón, España, donde la norma se implantó en 1999, pero se quitó, ya que a los días murió un habitante y no hubo repercusiones. Después esta el municipio brasileño Biritiba- Mirim, donde se propuso esta ley y nunca se llevó a cabo.
Y estas son todas las partes del mundo que usan esta rara norma.
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